Beneficios del tomate
Cuanto más se conoce el tomate, más sorprendente resulta.
Su característica esencial es que se trata de una planta «superviviente», cuyos frutos poseen propiedades tan saludables que los laboratorios tratan de encapsularlas en píldoras.
El tomate salió de América con los españoles, que lo llevaron a Europa y Asia.
Propiedades del tomate
Pocas calorías: 100 gr. proporcionan solo 18, ya que la mayor parte de su peso es agua y unos ácidos orgánicos, como el cítrico y el málico, responsables de que resulte apetitoso y digestivo.
Tiene poca fibra (1,8 %) pero las semillas, pulpa y piel son suficientes para favorecer el tránsito intestinal.
Alto contenido en vitaminas antioxidantes C, E y A.
Tomar 200 gr. de tomate cubre el 80% de las necesidades diarias de vitamina C, el 27% de las de vitamina A y el 13% de la vitamina E. Las tres previenen la degeneración de los tejidos, el envejecimiento prematuro y colaboran con el sistema inmunitario.
Destaca el contenido en vitaminas del grupo B, en especial de vitaminas B1, B6 y sobre todo de ácido fólico (200 g cubren el 25% de las necesidades). Estos nutrientes favorecen la obtención de energía de los alimentos y benefician al sistema nervioso.
Posee una buena variedad de minerales. Los más abundantes: potasio, fósforo y magnesio. No es desdeñable el hierro que aporta (200 gr. cubren el 6% de las necesidades diarias en la mujer adulta y el 8% en el hombre)
Una de las grandes virtudes es su contenido en licopeno (3.000 mcg/100 g), el conocido pigmento carotenoide con efectos antioxidantes que le confiere su atractivo color rojo.
Beneficios del tomate para la salud
Las personas que consumen más licopeno adquieren una protección frente a enfermedades cardiovasculares, reducen el riesgo de sufrir diabetes, alzhéimer, ceguera, sordera y otros trastornos unidos al envejecimiento prematuro.
Indicado para los huesos. El licopeno contribuye al buen estado de los huesos, especialmente en las mujeres después de la menopausia.
Efecto anticáncer. Se le atribuye un efecto anticancerígeno en relación con varios órganos, especialmente riñón, próstata, pulmón, intestino, estómago y pulmones.
Como antioxidante, el licopeno es más potente que la vitamina E y su efecto se multiplica al estar acompañado de otros carotenos como el fitoeno, la luteína y el betacaroteno. Este último puede transformarse en vitamina A cuando el cuerpo lo necesita para proteger la piel, ojos o participar en el crecimiento y la regeneración de los huesos o en la formación de tejido embrionario.
Mejor cocinado que crudo
Las mejores fuentes de licopeno son los productos a base de tomate cocinado, porque el licopeno se absorbe con el triple de eficacia después de que el calor haya roto las membranas celulares y haya permitido su salida.
Por eso las fuentes más abundantes de licopeno son los purés, salsas o los concentrados.
Aliado del corazón
Una píldora de 7 mg (equivalente a dos tomates y medio) ayuda en el tratamiento de afecciones cardiacas.
Mejora notablemente la flexibilidad de los vasos sanguíneos y previene recaídas en los enfermos.
Hay una gran variedad de beneficios que puedes conseguir comiéndolo crudo: evita la aparición de problemas de pulmón, próstata o estómago, disminuye niveles de colesterol totales y LDL protegiéndote de cardiopatías, reduce la hipertensión arterial y colabora al mantenimiento de la piel, pelo y dientes sanos.