Ansiedad anticipatoria: por qué siempre me pongo en lo peor.

por | 4 marzo, 2019

Ansiedad anticipatoria: por qué siempre me pongo en lo peor.

¿No puedes evitar adelantarte a los acontecimientos temiendo siempre lo peor? ¿Te preocupa y/o inquieta lo que podrá pasar?

Las personas que viven constantemente así, presentan su sistema de alerta siempre activado, siendo foco de gran malestar y resultando agotador, no sólo para el principal afectado, sino también, para los que le rodean.

Ansiedad anticipatoria: ¿qué es?

Se trata de un cuadro de ansiedad elevada, conocido como ansiedad anticipatoria. Aprender a gestionarlo requiere de tiempo, pero los resultados son notables y la persona adquiere una mayor calidad de vida.

La ansiedad por el futuro

Las respuestas de ansiedad son adaptativas, al menos, hasta un cierto punto. La ansiedad es la encargada de preparar al organismo para un posible ataque. Se trata, en muchas ocasiones, de un instinto de supervivencia. Sin embargo, en algunos casos, un elevado nivel de la misma resulta altamente contraproducente.

La ansiedad anticipatoria es un cuadro que cursa con malestar y que como su nombre indica consiste en imaginar y/o prever acontecimientos futuros catastróficos.

La persona vive con la percepción de peligro como un constante en su vida, aspecto que le genera un gran malestar.

Son características las distorsiones cognitivas o errores de pensamiento, que lamentablemente, en muchas ocasiones, les lleva a las conocidas profecías autocumplidas que consisten en que, de forma inconsciente, la persona provoca que su mayor miedo ocurra y esto, a su vez, le refuerza aún más el mismo, entrando en dinámicas que resultan difícil de cortar.

¿Tengo ansiedad anticipatoria?

Las personas que padecen este cuadro se caracterizan por presentar elevados niveles de autoexigencia consigo mismas y los demás, así como poca tolerancia a la frustración y/o necesidad imperiosa de tener todo bajo control. En definitiva, un perfil perfeccionista y con una gran meticulosidad a la hora de hacer las cosas.

Su visión catastrófica y pesimista les lleva a ser muy negativos y a presentar posibles trastorno del estado de ánimo asociados como depresión. Además, presentan una alta inseguridad vital, así como baja autoestima.

Consecuencias en la salud de la ansiedad

En el momento de la aparición de pensamientos catastróficos, la persona experimenta sintomatología ansiosa fisiológica como mareos, náuseas, palpitaciones, pensamientos ansiógenes, cefaleas, etc. Éstas pueden ir seguidos de problemas asociados, como trastornos digestivos, somatizaciones, crisis de ansiedad, hasta llegar a la evitación de muchas situaciones vitales con el fin de no sufrir.

¿Cómo reducir la ansiedad?

Ser conscientes de nuestra problemática y querer ponerle solución ya es un gran paso. Adquirir nuevas estrategias para enfrentarse a la ansiedad de base requiere de tiempo y será necesario tener en cuenta una serie de pautas:

  • Analiza el miedo que hay detrás: Es importante que comprendas qué es lo que te perturba, le pongas nombre y lo visualices, ya que de este modo, será más fácil atacarlo.

  • Valora el nivel de probabilidad de ocurrencia: Una vez encontrado el miedo, es importante que valores la probabilidad de ocurrencia del mismo, eso te hará tomar una visión más realista del problema.

  • Contra-argumenta: Una técnica altamente eficaz para erradicar ese miedo es buscar contraargumentos que busquen derribar el mismo.

  • Exposición al miedo: Las técnicas de exposición gradual. Son altamente eficaces para perfiles fóbicos y con crisis de ansiedad, ayudan a preparar a la persona y entrenarla, a enfrentarse al miedo y superar el mismo.

  • Técnicas de relajación: Permite ayudarte a gestionar el estrés y entrar en un estado de conexión total con tu organismo y sus necesidades.

  • Respiración: La forma como respiramos es el alimento directo de la ansiedad, parte de la estrategia de aprender a regularla, consiste en aprender técnicas de respiración.

  • Meditación: Con la meditación aprendemos a focalizar nuestra atención en otros aspectos, escuchar a nuestro cuerpo y evadirnos, ayuda a aniquilar ese foco ansiógeno que nos reporta malestar.

  • Deporte: Gracias a él, liberamos endorfinas que nos hacen sentirnos mejor y más a gusto.

  • Técnicas de distracción: Permiten focalizarnos en otros aspectos y no dejarse llevar por la ansiedad y sus consecuencias.

  • Céntrate en el presente: Las personas que padecen ansiedad anticipatoria viven en el futuro, esto les hace perder conciencia del momento actual. Un punto muy importante de la terapia es que sean capaces de vivir el momento actual y disfrutarlo.

Verónica Vivero
Escrito porVerónica Vivero

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