¿Que es hiperhidrosis? Este término es como se denomina a la sudoración excesiva que experimenta una persona. El sudor es una herramienta defensiva del organismo para regular la temperatura corporal cuando una persona hace ejercicio o la temperatura ambiente es elevada. Sin embargo, la hiperhidrosis es la sudoración que supera ampliamente la normal, y no siempre tiene relación con el ejercicio o el calor. Además de afectar a la calidad de vida de quien la sufre, puede dar lugar a situaciones de ansiedad social, sobre todo en un entorno con personas desconocidas.
Qué es hiperhidrosis: causas
La sudoración es un mecanismo que utiliza el propio organismo para regular la temperatura corporal. Cuando la temperatura del cuerpo aumenta, las glándulas sudoríparas empiezan a funcionar para que se enfríe.
En la hiperhidrosis focal primaria, la más común de todas, los nervios cuya principal función es la de enviar señales a las glándulas sudoríparas presentan un exceso de actividad. A pesar de las numerosas investigaciones que se han llevado a cabo, no existe una razón médica para explicar el porqué de la sudoración excesiva.
La denominada hiperhidrosis secundaria se da cuando el exceso de sudoración se debe a una determinada enfermedad, como la hipoglucemia o la diabetes. En este caso, en lugar de localizarse el sudor en las manos o en los pies, afecta a todo el cuerpo por igual. Los trastornos que pueden provocarla son: ataques cardíacos, alteraciones del sistema nervioso, infecciones graves, hipotiroidismo…
Síntomas del exceso de sudoración
Aunque depende de cada persona, en la gran mayoría de los casos, la hiperhidrosis afecta a la cara, manos, axilas y pies, y se presenta durante el día al menos una vez a la semana. Una de las principales características de este trastorno es que afecta por igual ambos lados del cuerpo. No es lo más frecuente, pero en ocasiones la sudoración excesiva es un síntoma de una enfermedad de carácter grave.
Es importante consultar con el médico a la mayor brevedad posible si se presenta alguna de estas situaciones: angustia social, sudores excesivos y cada vez más frecuentes, y sudoraciones nocturnas sin causa aparente.
Respecto a las complicaciones más comunes, las infecciones son una de ellas. El sudor abundante aumenta el riesgo de sufrir una infección. También el estrés y la ansiedad social, que pueden perjudicar en gran medida la calidad de vida y afectar a diferentes ámbitos, como el sentimental o el laboral.
Diagnóstico y tratamiento
En base a la exploración física y a la historia clínica, el médico determina un diagnóstico. Lo más probable es que recomiende análisis de sangre y de orina para descartar que la hiperhidrosis se deba a una determinada enfermedad. Además, existen pruebas específicas para detectar cuáles son las zonas en las que se localiza la sudoración excesiva, y así estimar el alcance de la enfermedad.
Si hay un trastorno preexistente que provoca el exceso de sudoración, en primer lugar se trata dicho trastorno. Si no se puede hallar una causa concreta, el tratamiento va dirigido a controlar la hiperhidrosis y mejorar la calidad de vida del paciente. Uno de los medicamentos más habituales son los antitranspirantes, en formato pomada o gel. También existen fármacos orales para bloquear las sustancias químicas que generan el exceso de actividad de las glándulas sudoríparas.
En los últimos años se han popularizado las inyecciones de toxina botulínica, que bloquea de forma temporal los nervios que provocan la sudoración. El efecto tiene una duración aproximada de 12 meses.
En definitiva, esto es todo sobre qué es la hiperhidrosis, así como las causas y síntomas de este trastorno que puede afectar a personas de todas las edades.