De acuerdo con los expertos en el funcionamiento de la glándula tiroides, una TSH alta podría dar lugar al diagnóstico del hipotiroidismo subclínico. Esta anomalía implica que el tiroides sufre algún tipo de alteración que le hace trabajar menos. Por ello, necesita una menor cantidad de TSH teniendo unas hormonas tiroideas (T3 y T4) en niveles normales. Se trata de una patología bastante frecuente, sobre todo entre las mujeres. Un 7 % ya lo sufren y, en edades avanzadas, este porcentaje aumenta.
Prueba para diagnosticar una TSH alta
¿En qué consiste la prueba que detecta unos niveles altos de TSH? Se trata de un análisis de sangre que mide los niveles hormonales. Las hormonas producidas por la glándula tiroidea regulan el modo en el que el cuerpo hace uso de la energía. Por otra parte, se encargan de regular el peso corporal, el estado de ánimo y la fuerza muscular.
La glándula pituitaria del cerebro es la que produce la TSH. Cuando los niveles de hormonas tiroideas están bajos, la pituitaria se encarga de producir más TSH. Sin embargo, cuando están demasiado altos, la pituitaria produce menos. Si esto ocurre, la tiroides no funciona correctamente.
Así pues, para diagnosticar un hipotiroidismo subclínico, es imprescindible una prueba que determine si la tirotropina está alta en sangre. Los resultados siempre deben ser confirmados en una segunda prueba.
Síntomas y causas de la tirotropina alta
Las causas de un hipotiroidismo de tipo subclínico son las mismas que las del hipotiroidismo. Los especialistas afirman que la más frecuente es que el paciente esté en una fase inicial de una tiroiditis de Hashimoto. Se trata de una afección que destruye el tiroides, ya que el propio organismo produce anticuerpos que consideran la glándula tiroidea como un elemento extraño y luchan contra ella. Es un tipo de enfermedad autoinmune. Como resultado de la destrucción de las hormonas tiroideas de manera progresiva, aparece el hipotiroidismo.
Esta afección no produce síntomas claros. Sin embargo, son muchos los estudios que sugieren que los pacientes pueden ser propensos a sufrir depresiones. Por otra parte, también se cree que los afectados pueden presentar un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ictus o infartos de miocardio.
Tratamiento
El tratamiento es bastante controvertido, pues los médicos no se ponen de acuerdo sobre qué personas deberían ser tratadas. Teniendo en cuenta que la cantidad de hormonas tiroideas en sangre sea normal, no está claro si se les deben administrar más. Se recomienda seguir un tratamiento específico solo en los siguientes casos:
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Cuando la TSH está demasiado alta, con valores por encima de 10.
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Si la TSH se encuentra entre 4,5 y 10 y o bien existe un embarazo, hay síntomas que reflejan un hipotiroidismo, si los niveles de anticuerpos TPS son muy altos, si el paciente va a someterse a una cirugía, o si hay bocio o infertilidad.
En este punto hay que aclarar que un alto porcentaje de personas con hipotiroidismo subclínico acaban con un diagnóstico de hipotiroidismo, cuyos síntomas son claros: cansancio, aumento de peso, caída del pelo, baja tolerancia al frío, estreñimiento y menstruación irregular. En este caso, es necesario hacer un seguimiento, de manera que se puedan regular los niveles de hormonas tiroideas.
En definitiva, el hipotiroidismo de tipo subclínico es una patología que aparece cuando se dan unos niveles de TSH alta. Sin embargo, las hormonas tiroideas T3 y T4 presentan niveles normales en sangre. Mediante un análisis para determinar si la tirotropina es alta, se puede obtener un diagnóstico. De esta forma, es posible pautar un tratamiento específico, que esté adaptado a las características que presente el paciente.