Mononucleosis

por | 14 octubre, 2019

Qué es

Es una enfermedad provocada por un virus de la familia de los herpes. Conocida como la enfermedad del beso, causa fiebre, dolor de garganta e inflamación de ganglios linfáticos, signo que suele producirse en el cuello.

Provocada por el virus Epstein-Barr (VEB) en el 90 % de los casos, aunque también puede estar causada por otros virus, como el citomegalovirus (CMV). En España, la infección por VEB puede llegar a afectar al 95 por ciento de la población, pero no siempre cursa con síntomas.

Afecta en mayor medida a escolares, adolescentes y adultos jóvenes. Es menos frecuente en niños preescolares y es inusual que se produzca en el primer año de vida. El periodo de mayor frecuencia es entre los 15 y los 17 años de edad.

Causas

Se transmite principalmente por las secreciones orales (saliva) mediante intercambio de saliva, es decir, con un contacto personal estrecho, dado su bajo índice de contagio.

El nombre de enfermedad del beso se deriva de su transmisión a través de la saliva, pero «lo que indica, sobre todo, es la cercanía entre las personas». Por eso, muchas personas afectadas muestran su sorpresa porque «no consideran que se puedan haber infectado por esa vía». De hecho, no solo se transmite por los besos, sino también por «la tos, estornudos, útiles de cocina…».

El virus se elimina hasta 18 meses después de la infección primaria, luego se elimina intermitentemente durante toda la vida (en ausencia de enfermedad clínica).

Con menos frecuencia puede contagiarse por transfusión sanguínea.

Síntomas

La enfermedad tiene un periodo de incubación entre 10 y 15 días durante los cuales no se notan síntomas. Cuando la enfermedad comienza a manifestarse, de 7 a 14 días se produce malestar general, cefalea, astenia, mialgias o dolores de abdomen, aunque a veces el inicio es brusco o agudo y el paciente presenta de forma repentina fiebre alta. En términos generales los síntomas son:

  • Fiebre, generalmente elevada.
  • Astenia: debilidad muscular, con malestar general y fatiga.
  • Tumefacción de los ganglios linfáticos cervicales u occipitales. Es muy dolorosa.
  • Faringoamigdalitis: inflamación del revestimiento interno de la faringe y amígdalas, generalmente por infección.
  • Esplenomegalia (aumento del tamaño del bazo). En muchos casos, el aumento del tamaño de los ganglios es generalizado en ingles, axilas, o en la epitróclea (prominencia ósea que se localiza en la parte interna del codo).
  • La hepatitis es tan frecuente (hay alteración de las pruebas hepáticas en un 80 por ciento de los casos), que se considera otra característica del cuadro sintomático. Es anictérica (no hay color amarillo en piel y mucosas) y benigna. El aumento del tamaño del hígado o hepatomegalia está presente en aproximadamente un 10 por ciento de los casos.
  • Otros síntomas que pueden aparecer son rinitis o edema de párpados.

    Es frecuente una erupción si se administran medicamentos como amoxicilina. Los síntomas pueden prolongarse hasta dos o cuatro semanas.  La fiebre desciende en dos semanas, pero en ocasiones puede durar más tiempo. La astenia persiste en algunos casos varias semanas y la esplenomegalia puede mantenerse hasta tres meses.

En raras ocasiones hay complicaciones pero, dentro de las posibles, destacan:

  • Neurológicas: meningitis, parálisis de los nervios craneales o encefalitis.
  • Hematológicas: anemia hemolítica o trombopenia (disminución de las plaquetas).
  • Respiratorias: neumonía.
  • Rotura de bazo: complicación grave producida por un exceso de la hinchazón (poco frecuente).
  • Hepáticas (ictericia), renales y genitales (orquitis).

Prevención

Una buena higiene; importante lavarse las manos con frecuencia.

Evitar el contacto con utensilios (vasos, tenedores o cuchillos) que hayan sido utilizados por personas infectadas.

Se recomienda mantener «la distancia terapéutica con las personas que presenten algún episocio de faringoamigdalitis».

Diagnóstico

El diagnóstico de la mononucleosis se realiza por el cuadro clínico y por las alteraciones en la sangre, causadas por un aumento de los leucocitos (glóbulos blancos), siendo habitual la linfocitosis (aumento de los linfocitos) y el predominio de linfocitos atípicos.

Existe una elevación moderada de las transaminasas en el 50 por ciento de los pacientes.

También se utilizan los estudios serológicos (análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus responsable) que demuestran la presencia de anticuerpos heterófilos, así como el estudio de anticuerpos específicos para el virus del Epstein-Barr (VEB).

Estos estudios ayudan a diferenciar esta enfermedad de otras que pueden tener síntomas similares, causadas por otros agentes como citomegalovirus, virus de la hepatitis, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), etcétera.

Tratamientos

La mononucleosis requiere de un tratamiento que esté dirigido a tratar los síntomas más que la enfermedad en sí.
Se recomienda reposo y dormir, para que la fiebre remita con rapidez y los ganglios linfáticos se alivien.
Pueden recetarse medicamentos para reducir la fiebre cuando es elevada y bajo prescripción facultativa.

La mayoría de los casos se autorresuelven de forma satisfactoria, pero en un número reducido de pacientes pueden aparecer complicaciones que se traducen en infecciones adicionales que se desarrollan a causa de algunas bacterias.
En estos casos se recomienda el uso de antibióticos.

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