Ciática. Síntomas, diagnóstico, tratamiento, pronóstico y prevención.

por | 29 noviembre, 2016

Ciática

Ciática. Síntomas, diagnóstico, tratamiento, pronóstico y prevención.

El principal síntoma del ataque de ciática es el dolor, aunque éste puede variar mucho en intensidad y características.

Puede ser desde un dolor sordo que dura varios días, hasta un dolor que aparece casi de repente y con gran intensidad e impide al paciente moverse del sillón.

nervio-ciaticoEn cualquier caso, el dolor afecta siempre a uno de los lados, desde las nalgas hasta la rodilla, las pantorrillas o incluso el pie.

Es frecuente, además, que se acompañe con dolor en la parte baja de la espalda, por lo que los médicos lo llaman “lumbociatalgia”.

El dolor puede aumentar con los movimientos (sentarse, incorporarse…) o al aumentar la presión dentro del abdomen (toser, defecar…).

Puede aparecer también al acostarse o al despertarse por la mañana tumbado en la cama, pero no suele interrumpir el sueño en mitad de la noche.

Este dolor se puede acompañar de alteraciones de la sensibilidad de la piel que inerva el nervio ciático. Suelen aparecer sensaciones de hormigueo y de acorchamiento en las mismas zonas donde hay dolor.

Diagnóstico de ciática

Al diagnóstico de la ciática se llega por los síntomas que hemos señalado en el punto anterior, pero conviene ir más allá e identificar la causa que la provoca y la zona donde se comprime el nervio.

Para ello hay una serie de pruebas sencillas que ayudan al médico en el diagnóstico de la ciática:

Maniobra de Lasègue:

Con el paciente tumbado boca arriba se eleva la pierna extendida del lado afectado. Cuando el dolor aumenta antes de elevarse más de 60º indica que se debe al nervio ciático, el cual se estira cuando realizamos esta maniobra.

Se debe realizar en las dos piernas para comprobar que el dolor afecta sólo a uno de los nervios ciáticos.

En personas ancianas es difícil llevar a cabo esta maniobra, ya que suelen tener problemas en la articulación de la cadera y se provoca dolor más fácilmente, aumentando el número de falsos positivos.

Maniobra de Bragard:

Se realiza después de la maniobra de Lasègue y consiste en el mismo movimiento, pero cuando se llega al punto en el que aparecía el dolor dejamos de elevar más la pierna y empujamos la planta del pie flexionando el tobillo. Si aparece dolor apoya la sospecha de ciática.

Exploración de la sensibilidad:

El médico puede comprobar la afectación de la sensibilidad de la piel que inerva el nervio ciático comparándola siempre con el lado no afectado.

Exploración de la fuerza muscular:

Del mismo modo el médico compara ambos lados del cuerpo para comprobar la fuerza muscular perdida. Un método más sencillo es hacer que el paciente camine. La ciática suele impedir caminar de puntillas o de talones, ya que los músculos que lo permiten no tienen la fuerza suficiente

Exploración de los reflejos tendinosos:

Cuando se da un golpe seco en los tendones se produce una contracción refleja del músculo al que pertenecen.

Esto sucede gracias a que los nervios que forman este reflejo están sanos y durante la ciática puede desaparecer su capacidad para contraerse.

El reflejo que el médico puede ver disminuido con más frecuencia durante un ataque de ciática es el reflejo del tendón de Aquiles en el tobillo. En la ciática invertida el reflejo rotuliano estará afectado.

Tratamiento de la ciática

Para aliviar el dolor que provoca durante un ataque, el tratamiento de la ciática consistirá en:

Analgésicos y antiinflamatorios que calmen el dolor.

Se suelen tomar cada ocho horas durante los días que dure el episodio. Después se recomienda bajar la frecuencia de tomas pero continuar con la medicación hasta dos semanas.

Reposo relativo.

Es decir, el paciente podrá moverse pero no debe realizar esfuerzos ni caminar largas distancias. No se recomienda el reposo en cama una vez que el dolor se palia con los analgésicos.

Corticoides:

Sólo se deben administrar en las situaciones en las que los antiinflamatorios no sean suficiente.
Aplicar frío en la zona lumbar o nalga afectada los dos primeros días de dolor.

Así se reducirá la inflamación que acompaña a la compresión del nervio.

El frío se aplicará durante unos 10-15 minutos y siempre indirectamente, cubriendo para ello los hielos con paños.
Aplicar calor los días siguientes con una manta eléctrica, bolsa de agua caliente o baño.

No se deben superar los 20-25 minutos de aplicación.

Calma el dolor y es más efectivo cuando el dolor se acompaña de contracturas musculares.

Masajes en la zona lumbar.

Tienen el mismo efecto que la aplicación de calor. Los deben realizar personas capacitadas.

Si después de dos semanas el paciente sigue teniendo dolor debe acudir al médico, que aumentará el tratamiento de la ciática añadiendo relajantes musculares y analgésicos más potentes, que deberán terminar con el problema en otras dos semanas como máximo.

Pronóstico de la ciática

El pronóstico de la ciática es muy bueno, aunque el dolor puede durar varios días. Realmente el tratamiento sólo ayuda a calmar el dolor y la ciática desaparece por sí sola en dos semanas como máximo. Así sucede la mayor parte de las veces. Del mismo modo, la ciática reaparecerá en la mayor parte de los pacientes que la sufren.

Hay signos de alarma que obligan al médico a realizar más pruebas para descartar tumores, lesiones nerviosas u otras causas graves de ciática. Estos signos son:

  • Tener más de 50 años y no haber sufrido ataques de ciática previos.
  • No responder al tratamiento después de cuatro semanas.
  • Aumento progresivo de la zona sin sensibilidad.
  • Pérdida del control de esfínteres.
  • Pérdida de peso o de apetito, o fiebre acompañante.
  • Cáncer previo.
  • Endocarditis o sepsis previa.

Ante alguno de estos signos se debe realizar una analítica sanguínea, una radiografía de columna vertebral y una resonancia magnética.

Con estas pruebas un especialista puede identificar causas graves o proponer un tratamiento definitivo.

Cuando la causa de la ciática es una hernia discal pero los ataques suceden con mucha frecuencia o el paciente presenta alguno de los signos de alarma mencionados, se debe valorar la neurocirugía, donde se extirpará el disco vertebral (discectomía lumbar).

Prevención de la ciática

Para prevenir la ciática las mejores medidas que se pueden tomar son:

  • Evitar la obesidad y el sobrepeso.
  • Caminar un mínimo de cinco horas a la semana.
  • Practicar deportes que favorezcan el desarrollo de la musculatura lumbar, como la natación o el tenis. El yoga también puede ayudar a mantener una buena tonificación muscular.
  • No agacharse doblando la espalda, sino doblando las rodillas con la espalda erguida.
  • Evitar cargar grandes pesos.
  • No adoptar malas posturas mientras se está sentado en el escritorio o conduciendo. La zona lumbar siempre tiene que estar apoyada en el respaldo o en un cojín.
  • Dormir en colchones flexibles pero rígidos, de forma que la columna vertebral siempre esté un una posición recta.
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