Bulimia.

por | 25 abril, 2019

Bulimia.

Es un trastorno de la conducta alimentaria, las personas que la padecen suelen darse atracones de comida en poco tiempo

Son incapaces de dominar los impulsos para comer y tienen la sensación que no pueden parar. Sin embargo, el sentimiento de culpa tras comer compulsivamente les lleva a una purga, dietas o ejercicio excesivo para contrarrestar los efectos de las comidas y evitar engordar.

Tienen unos 15 episodios de atracones y vómitos por semana por lo que su peso es normal, así que resulta difícil detectar la enfermedad. En un atracón pueden consumir de 10.000 a 40.000 calorías.

Causas

Intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales que desvirtúan la visión que el enfermo tiene de sí mismo y responden a un gran temor a engordar.

Siempre está preocupado por su peso, pero no puede reprimir el comer. No se encuentran bien consigo mismos. La bulimia se manifiesta tras haber realizado numerosas dietas sin control. La limitación de los alimentos impuesta por el propio enfermo le lleva a un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad patológica de ingerir grandes cantidades de alimentos.

Hasta hoy se desconoce la vulnerabilidad biológica implicada en el desarrollo de la enfermedad y son más conocidos algunos factores desencadenantes relacionados con el entorno social, las dietas y el temor a las burlas sobre el físico. Muchos de los factores coinciden con los de la anorexia, como los trastornos afectivos surgidos en el seno familiar, el abuso de drogas, la obesidad, la diabetes mellitus, determinados rasgos de la personalidad y las ideas distorsionadas del propio cuerpo.
Los factores socioculturales, como los ideales de delgadez y las modas hacen que la sociedad luche por conseguirlos y cuando no se logra provoca la frustración.

Síntomas

Los bulímicos tratan de ocultar los vómitos y las purgaciones, por lo que la enfermedad suele pasar desapercibida durante mucho tiempo.
Los síntomas típicos son:

Atracones o sobre ingesta de alimentos
Uso de laxantes
Repetición: Los atracones y vómitos se manifiestan un mínimo de dos veces por semana.
Baja autoestima.

Síntomas físicos

Debilidad.
Dolores de cabeza.
Hinchazón del rostro.
Problemas dentales.
Mareos.
Perdida de cabello.
Irregularidades menstruales.
Bruscos aumentos y reducciones de peso.

Tratamientos

Psicoterapia y los fármacos. Es mejor que la psicoterapia la realice especialista con experiencia en alteraciones de la conducta alimentaria. Éste decidirá si el paciente necesita seguir una terapia con antidepresivos que ayude a controlar la bulimia nerviosa.

En virtud de la gravedad, el paciente puede requerir a un tratamiento ambulatorio o ser hospitalizado.

Los primeros pasos deben encaminarse a evitar los vómitos, normalizar el funcionamiento metabólico del enfermo y enseñarle a mantener una dieta equilibrada y tener unos buenos hábitos alimenticios.

Paralelamente se diseñará una terapia psicológica para reestructurar las ideas racionales y corregir la percepción errónea que el paciente tiene de su propio cuerpo.

El tratamiento también implica a la familia, ya que en ocasiones el factor que desencadena la enfermedad se encuentra en su seno.

La curación de la bulimia se alcanza en el 40 % de los casos, si bien es una enfermedad intermitente que tiende a cronificarse. La mortalidad en esta enfermedad supera a la de la anorexia debido a las complicaciones derivadas de los vómitos y el uso de purgativos.

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