Que es la artrosis.

por | 28 noviembre, 2016

Que es la artrosis.

La artrosis es una afección reumática muy frecuente que se debe a la degeneración de los cartílagos.

Es conveniente controlar el peso y practicar ejercicio aeróbico moderado, que mejora la funcionalidad de las articulaciones.

Artrosis de RodillaLa artrosis es la más frecuente de todas las patologías reumáticas. Afecta a las articulaciones, y puede aparecer en cualquiera de ellas, aunque ciertas localizaciones son más habituales, como veremos a continuación. Es uno de los motivos de consulta médica más frecuentes, sobre todo en la población de edad avanzada. La mitad de las personas mayores de 65 años muestran signos de artrosis en sus articulaciones, aunque no refieran síntomas.

Generalmente, el motivo de aparición de los síntomas de la artrosis es la degeneración del cartílago. Este hecho habitualmente se ha asociado al propio envejecimiento del individuo, pero actualmente se cree que existen otros factores que favorecen su aparición como son una predisposición familiar, pequeños traumatismos repetidos en algunas articulaciones, e inflamaciones a las que la persona está predispuesta.

En una articulación normal, el cartílago recubre el extremo de los dos huesos que forman la articulación (rodilla, codo, hombros, nudillos…), permitiendo que, al moverse, los huesos no rocen; también absorbe los golpes sobre la articulación. Este cartílago se ve nutrido por un líquido viscoso (llamado sinovial), que permite la lubricación de la articulación y consigue que el cartílago se encuentre en las condiciones perfectas de hidratación y elasticidad para llevar a cabo su función.

Cuando se desarrolla la artrosis, dicho cartílago pierde sus propiedades. Puede incluso llegar a desaparecer, haciendo que los extremos de ambos huesos rocen directamente, produciendo dolor. También puede ocurrir que la viscosidad del líquido sinovial disminuya, resultando menos efectivo.

El hueso puede reaccionar, estimulándose el crecimiento lateral del mismo, y dando lugar a lo que en medicina se conoce como osteofito. Esto produce la típica deformación de las articulaciones y la aparición de nódulos (pequeños bultos que se pueden palpar, resultado de ese crecimiento anormal del hueso).

Todo esto se complica cuando el organismo elimina los pequeños restos de cartílago que aún quedan alrededor de la articulación. Se produce la liberación de factores inflamatorios, que empeoran la inflamación y el dolor asociados a la degeneración de la articulación.

Causas de la artrosis y factores de riesgo

La artrosis se puede clasificar en función de las causas que la han producido. Así, tendremos:

Artrosis primaria

Aquella que aparece sin factores causantes conocidos. Se llama idiopática por este motivo. Las localizaciones más frecuentes de la artrosis primaria son: manos, pies, rodillas, cadera o columna, entre otras. Existe una forma más generalizada de artrosis primaria que afectaría a tres o más articulaciones a la vez.

Artrosis secundaria

En este caso sí se puede apreciar una causa para la aparición de la patología. Así cabe destacar:

  • Enfermedades congénitas (de nacimiento).
  • Traumatismos, algunos trabajos profesionales, o actividad física intensa y prolongada.
  • Algunas enfermedades del metabolismo como los depósitos de cristales de pirofosfato cálcico; endocrinas, como la diabetes o el hipoparatiroidismo; la acromegalia.
  • Alteraciones inflamatorias neurológicas o vasculares, como la artropatia de Charcot, la neuropatía diabética…
  • Otras enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide, la gota o la enfermedad de Paget ósea.

Los factores de riesgo son aquellos determinantes que presenta una persona que la hacen más susceptible a sufrir una enfermedad. En el caso de la artrosis, estos son sus factores de riesgo:

  • Edad avanzada (se incrementa el riesgo a partir de los 50 años).
  • Sexo femenino.
  • Obesidad (sobre todo en artrosis localizada en articulaciones como las rodillas y otras que soporten peso como la zona lumbar de la columna vertebral).
  • Actividad deportiva y ciertas profesiones.
  • Menopausia.
  • Secuelas tras una cirugía y golpes repetidos sobre alguna articulación.
  • Antecedentes familiares: es posible la transmisión genética de la predisposición a sufrir artrosis. Los genes que regulan el colágeno, una proteína muy importante en la composición del cartílago, se transmiten de padres a hijos; y si estos genes están alterados, dan lugar a un colágeno poco funcional, lo que aumenta el riesgo de sufrir artrosis.

A pesar de lo que se ha creído siempre, las condiciones climatológicas no afectan a la aparición/empeoramiento de las enfermedades reumatológicas. Sí es cierto que las bajadas de presión atmosférica o una elevada humedad pueden hacer que el paciente sienta más molestias temporalmente, pero ello no significa un empeoramiento de la enfermedad.

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