Incontinencia urinaria, causas y tratamiento.

por | 5 noviembre, 2018

Incontinencia urinaria, causas y tratamiento.

Se estima que la incontinencia urinaria –pérdida involuntaria de orina– afecta a un 30% de las mujeres adultas. Fortalecer los músculos del suelo pélvico es la mejor forma de contrarrestar las contracciones involuntarias de la vejiga.

Incontinencia urinaria

Qué es la incontinencia urinaria

Se denomina incontinencia urinaria a la pérdida involuntaria de orina.

Puede ser tan discreta que la persona afectada la tolere sin consultar al médico siquiera, o lo suficientemente intensa como para requerir el uso de compresas o empapadores.

Este problema tiene repercusión en la vida social del paciente, que puede llegar a evitar cualquier relación social por el temor a ser descubierto por el olor de la orina, algo que le provoca desde estrés o ansiedad a depresión.

La incontinencia urinaria ocurre con mayor frecuencia en personas mayores; de hecho, puede llegar a afectar al 10% de los ancianos que viven solos o en familia, y hasta al 50% de los que viven en una residencia.

Suele ser más común en el sexo femenino; actualmente se considera que padecerán incontinencia el 30% de las mujeres adultas y la mitad de las mujeres ancianas.

La Asociación Española de Urología calcula que, sólo en España, la incontinencia urinaria afecta a tres millones de mujeres. En todo el mundo los afectados podrían ser alrededor de 400 millones.

Por su parte, en los varones la edad y la cirugía del cáncer de próstata suelen ser las dos causas más habituales por las que aparece este problema.

Los diagnósticos con los que se cuenta ahora para detectar la causa de la incontinencia urinaria son más precisos y las opciones de tratamiento más efectivas, por lo que hay que romper la barrera dela vergüenza y acudir al médico o al urólogo en busca de solución.

Causas de la incontinencia urinaria

Las causas más frecuentes de la incontinencia urinaria son las siguientes:

  • Uretra con mayor movilidad. En este caso, el individuo afectado presenta cierta debilidad de los elementos anatómicos que se encargan de sostener la uretra en su localización correcta, presentando una movilidad –generalmente un descenso– de la uretra a planos inferiores, por ejemplo, ante un esfuerzo. Este mecanismo será el responsable en los casos de incontinencia de esfuerzo.

  • Lesiones del esfínter uretral. Lo que se produce con un cierre incompleto o defectuoso es una pérdida de orina porque el elemento que impide su salida voluntariamente no funciona correctamente.

  • Lesiones neurológicas. En circunstancias concretas de determinados trastornos neurológicos centrales como ictus, enfermedades neurodegenerativas, demencias, etcétera, puede existir una desconexión entre las órdenes cerebrales y las respuestas periféricas a nivel urológico.

  • Inflamaciones locales. Algunas infecciones, inflamaciones no infecciosas como cistitis secundarias a tratamientos con radioterapia, infecciones por esquistosoma, tumores… se produce una alteración de los mecanismos de cierre de la uretra y de su esfínter, dando lugar a la pérdida involuntaria de orina típica de la incontinencia urinaria.

Tratamiento de la incontinencia urinaria

Cateterismo vesical.

Para el tratamiento de la incontinencia urinaria, en primer lugar deben realizarse técnicas de comportamiento, como son la reeducación vesical y el entrenamiento de la continencia.

Por ello se requiere que el paciente tenga sus funciones cerebrales plenamente conservadas y que esté motivado.

La incontinencia de esfuerzo tiene un tratamiento fundamentalmente quirúrgico, la incontinencia de urgencia, en cambio, suele tratarse con distintos fármacos.

En el caso de que ambos tipos se presenten asociados en el mismo paciente, deberá realizarse en primer lugar la cirugía, aunque persistirá una pequeña pérdida de orina que será necesario tratar con medicamentos.

La tasa de éxito de la cirugía de correción para la incontinencia urinaria es de aproximadamente el 90%.

Incontinencia de urgencia

Se emplean fármacos anticolinérgicos que favorecen la retención urinaria como son: oxibutina, propantelina y flavoxato.

Estos medicamentos pueden presentar algunos efectos adversos como confusión, agitación, sequedad de boca e hipotensión.

La estimulación eléctrica es otra opción con resultados cada vez mejores.

Micción imperiosa o incontinencia por rebosamiento

Si la vía urinaria está obstruida por la próstata, esta deberá ser extirpada quirúrgicamente. En las mujeres se realizan dilataciones uretrales repetidas. El tratamiento farmacológico no suele ser eficaz.

En los casos en los que el músculo detrusor de la vejiga no sea funcional, el único tratamiento posible es el cateterismo vesical.

Incontinencia de estrés

El entrenamiento de la musculatura de la pelvis mejora este tipo de incontinencia en un 60% de los casos.

Estos ejercicios deben realizarse varias veces al día, y hay que tener en cuenta que pueden transcurrir entre dos y nueve meses hasta que comiencen a verse los resultados.

Si esto no resulta efectivo, se debe pasar al tratamiento quirúrgico y a la estimulación eléctrica del músculo.

Escrito por María Dolores Tuñón, Licenciada en Medicina por la Universidad de Alcalá de Henares

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