El cólico nefrítico o renal es un tipo de dolor que se siente cuando existen estructuras que bloquean parte del tracto, ya sea en los riñones, en uréteres en vejiga o en uretra. Para muchas personas, este dolor puede ser muy limitante e incapacitante. En este artículo se planteará cuáles son sus causas, síntomas y tratamientos.
Conociendo más del cólico renal
El cólico renal se puede dar por distintas causas. Mayormente, esta alteración se produce en relación con una litiasis urinaria (padecer piedras o cálculos formados a partir de minerales como el calcio y el ácido úrico). Las piedras pueden ser tan pequeñas como del tamaño de un arroz o tan grandes como una pelota de ping-pong. Cuando estos cálculos aumentan de tamaño, pueden producir cuadros muy dolorosos. La piedra puede lesionar y ensanchar los tejidos.
Otras causas del cólico pueden estar relacionadas con coágulos, tumores, estenosis o estrechamientos, malformaciones, patologías tumorales o procesos gastrointestinales (como divertículos).
Síntomas del cólico nefrítico
Normalmente, si el cólico se produce por cálculos es posible experimentar un dolor intenso. Los que tienen poco diámetro, normalmente no suelen provocar dolor. En cambio, los cálculos más grandes sí que lo causan de gran intensidad, especialmente si bloquean un uréter.
Cabe destacar que el tipo de dolor que se padece es muy característico. Es un dolor lumbar o abdominal pulsátil que se sitúa en el flanco iliaco derecho o izquierdo, entre las costillas y la cadera. Este dolor con frecuencia puede durar de 20 a 60 minutos. A su vez se pueden padecer náuseas y vómitos.
Otros síntomas del cólico nefrítico por cálculos urinarios son el dolor al realizar la micción, tener sangrado en orina, observar la presencia de grava en orina o incluso polaquiuria (necesidad urgente de orinar). Algunas personas llegan a padecer fiebre y escalofríos si el cálculo renal se complica y da paso a una infección.
Factores de riesgo de los cálculos renales
Algunos factores aumentan el riesgo de padecer cálculos urinarios. Por ejemplo, llevar a cabo una dieta rica en sustancias que provocan la formación de cálculos como oxalato o proteínas, tener antecedentes familiares o personales de piedras o no beber suficiente líquido pueden ser factores predominantes. También, algunas personas pueden padecer alteraciones metabólicas (como ataques de gota) que pueden propiciar dicha formación.
Tratamiento de los cólicos renales
Es preciso consultar a un profesional sanitario en caso de tener síntomas de dolor tipo cólico nefrítico. Un médico puede solicitar analíticas sanguíneas para determinar concentraciones elevadas de compuestos que tienden a formar cálculos en sangre. Con un TAC o una ecografía se pueden visualizar los posibles cálculos que den al dolor.
Normalmente, si se tiene un cólico renal, estará causado por un cálculo de gran tamaño. En estos casos, el médico puede realizar uno de estos procedimientos para tratar y aliviar el cólico renal:
- Litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC): este procedimiento utiliza ondas de choque dirigidas a los riñones para romper los cálculos y fragmentarlos en trozos muy pequeños. Posteriormente, estos fragmentos serán expulsados al orinar.
- Ureteroscopia: el profesional utiliza un endoscopio delgado e iluminado a través de la uretra y la vejiga para extraer el cálculo.
- Nefrolitotomía percutánea: esta técnica quirúrgica utiliza pequeñas herramientas que se insertan a través de una incisión para extraer el cálculo.
No en todos los casos se utilizan estas técnicas. Cuando los cálculos son muy pequeños, el médico puede aconsejar únicamente tomar fármacos para aliviar el dolor hasta que se expulsen espontáneamente.
Por tanto, siempre es importante visitar al médico para determinar la causa exacta del cólico nefrítico. A su vez, es primordial vigilar algunos parámetros (como la temperatura corporal) que puedan alertar de una sobreinfección u otra complicación grave derivada.