La migraña es una enfermedad de origen neurológico cuya patología puede resultar realmente incapacitante. De hecho, esta es la octava enfermedad más incapacitante del mundo según la Organización Mundial de la Salud. Se estima que, aproximadamente, un 15 % de la población mundial padece este tipo de jaqueca. Aquí se recopilan sus causas, síntomas, factores detonantes y tratamiento más frecuente.
¿Cuál es su origen?
Existen múltiples factores que pueden actuar como detonantes de este desorden neurológico. Algunos de los más frecuentes son los siguientes.
Trastornos del sueño
Cambiar los horarios de sueño y actividad, ya sea por algún tipo de condición o bien por readaptación a una jornada laboral, es un desencadenante de un proceso de jaqueca. La falta, exceso o intermitencia del sueño sin que el descanso pueda producirse de forma adecuada suele potenciar la aparición de otros trastornos neurológicos derivados.
Olores intensos o exposición prolongada a pantallas y luz azul
La necesidad creciente de producir a través de la tecnología ha provocado un aumento de casos de migrañas a nivel mundial. Esto se debe al incremento de las horas de exposición a la luz azul. Este tipo de luz produce fatiga visual y es capaz de desencadenar migrañas.
Los olores intensos afectan notablemente a algunas personas, de modo que su percepción llega a ser tan molesta que puede originar una jaqueca capaz de perdurar entre 4 y 72 horas en ausencia de tratamiento.
Saltarse las comidas
Todo lo que supone un cambio de hábitos en el cuerpo puede afectar a nivel neurológico, por lo que los malos hábitos como los de saltarse las comidas cuando el organismo está acostumbrado a un horario determinado hacen que las consecuencias se sientan también en la cabeza.
La ingesta de comida en los horarios preestablecidos condicionan al cuerpo a estar predispuesto a la recepción de una fuente de energía que, en ausencia, desemboca en un desequilibrio con el que el cerebro debe lidiar.
Otros factores
Los ruidos fuertes y continuos, el estrés, los cambios hormonales, los traumatismos craneales y la ingesta de sustancias adictivas o su abstinencia son otros detonantes a tener en cuenta para evitar la aparición de este problema.
Migraña con aura y sin aura
La migraña sin aura es, por lo general, la más frecuente. Se caracteriza por un fuerte dolor en toda la cabeza o bien en un lateral, a través del cual se pueden llegar a sentir los latidos del corazón (dolor pulsátil). Este dolor puede irradiar al cuello o la mandíbula y provocar náuseas o vómitos. La persona afectada suele experimentar intolerancia a la luz.
Se define como migraña con aura cuando las consecuencias del problema son tan graves que comienzan a generar daños colaterales en la persona en relación a los demás sentidos. Estos pueden ser la aparición de espejismos, destellos visuales, afección del habla, el tacto o el oído.
¿Cómo se trata la jaqueca?
Un profesional de la salud debe ser quién establezca un tratamiento adecuado para la jaqueca en base a las necesidades del paciente y las características y frecuencia de su problema. Normalmente, los analgésicos son los medicamentos más utilizados en combinación con reposo.
Es recomendable evitar la ingesta de alcohol, la toma en exceso de alimentos ricos en azúcares, histamina u otros estimulantes, la correcta administración de las horas de sueño, la ingesta adecuada de agua, y la promoción de un estilo de vida saludable en términos generales.
La migraña es un padecimiento cada día más frecuente. Esto es una consecuencia directa del estilo de vida que, progresivamente, se va adoptando a nivel mundial. Para evitar al máximo las posibilidades de sufrir jaqueca, es necesario adoptar un estilo de vida saludable y seguir las indicaciones médicas y sanitarias.