Otitis ¿se puede bañar en la piscina?
Tan habitual y común como las cenitas en la terraza o las tapitas al aire libre son las otitis en verano.
Pues sí, es irremediable, la humedad en el oído puede predisponer a sufrir otitis y es verdad que hay niños que parece que han nacido para padecerlas; ya que es comenzar el verano y comenzar con esta patología. Y suele ocurrir más en niños que están mucho tiempo en el agua, ósea casi todos. Aunque siempre hay algunos que son más temerosos a la hora de meterse o no se dan baños prolongados. Estos, raramente, la padecen.
Lo que sucede es que esa humedad mantenida en el conducto favorece que los propios gérmenes que viven allí (flora bacteriana) produzcan una infección. El síntoma principal es el dolor de oído y es bastante intenso, de hecho, incluso, los niños no suelen soportar el roce de la camiseta ni de la almohada. Al haber inflamación del conducto auditivo, los pequeños refieren la sensación de oído taponado o de agua en el oído. En ocasiones, también puede salir una secreción líquida por el mismo.
Otitis. ¿se puede bañar en la piscina?
Al explorarlos en la consulta y moverles la oreja o presionarles el oído suelen quejarse de un gran dolor.
Gracias a la observación del conducto inflamado mediante el otoscopio se logra hacer el diagnóstico.
Por un lado, puede que tu hijo haya tenido catarro de vías altas durante el invierno y como complicación haya padecido una otitis media (o lo que las mamis llaman «los mocos se le han ido al oído”, y no les falta razón ya que es más o menos eso) provocada por una mucosidad excesiva. En este caso, las bacterias involucradas son otras y el tratamiento a instaurar puede ser un antibiótico oral como la amoxicilina.
Si se diagnóstica una otitis de verano, los gérmenes involucrados son otros, por lo que el tratamiento es diferente y es exactamente el que te han indicado: gotas e ibuprofeno.
¿Hay alguna otra manera de evitarlo?.
Sobre todo, lo que no tienes que hacer es pasarle el bastoncillo.
Estos suelen provocar heridas en el oído en forma de microtraumatismos y pueden favorecer la aparición de una infección.
También empujan hacia dentro la poca cera que puede haber, llevando a la formación de tapones.
La cera en los oídos cumple una función importantísima, tanto como los mocos en la nariz.
Es una sustancia pegajosa que evita que cosas extrañas pasen a nuestro cuerpo.
No hace falta estar obsesionado con la limpieza de estas zonas.
Con esto no quiero decir que los niños tengan que estar con los mocos colgando y la cera saliendo por todos lados.
Ni los lavados nasales intensos cuando no hay síntomas ni, las limpiezas excesivas cuando no hay tapones de cera son necesarios. Se limpia lo que se ve y ya está.
Para la prevención de las otitis, hay medidas que se pueden poner en práctica, aunque no las eviten al 100%, pueden ayudar.
Secar el oído después de cada baño. Se puede hacer con la punta de la toalla. Es una manera de quitar la humedad que favorece la infección.
El uso de los tapones no está claro. Los expertos no se ponen de acuerdo en ello, ya que no se ha demostrado que sean realmente eficaces. En ocasiones, también pueden lastimar el conducto.
Un niño con los oídos tapados no te oye, y si no te oye en el mar o en la piscina es un peligro. Yo no los recomiendo.
Existen preparados de ácido acético al 2% o de alcohol boricado de venta en farmacia que pueden evitar la proliferación de las bacterias ya que producen una acidez de la piel del conducto auditivo que es beneficiosa.
¿Se puede bañar mi hijo mientras hace el tratamiento?
Sí a medias. El daño se produce principalmente en el oído cuando el niño bucea, no tanto cuando está en la superficie.
Es decir, que habrá que controlar a niño para que no este todo el tiempo bajo el agua.
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