Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP)

por | 2 octubre, 2018

Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP)

El síndrome de ovario poliquístico impide ovular con normalidad.

Está asociado con la obesidad y alteraciones hormonales, y puede causar esterilidad, por lo que conviene detectarlo y tratarlo cuanto antes.

Qué es el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP)

El síndrome de ovario poliquístico (SOP), también conocido como síndrome de Stein-Leventhal, es una situación en la que la mujer no ovula con normalidad y que se asocia a alteraciones hormonales a varios niveles.

Es una enfermedad que tiene una importancia cada vez mayor en nuestros días por dos motivos:

  • Por la estrecha relación que guarda con la obesidad, que es hoy muy frecuente.
  • Por afectar a mujeres cada vez más jóvenes y en edad fértil, siendo un grave problema para ellas la esterilidad que provoca esta patología.

Causas del síndrome de ovario poliquístico.

No se sabe con certeza qué es lo que desencadena el síndrome de ovario poliquístico, pero se conocen varios mecanismos que sí están presentes y favorecen la aparición de este trastorno:

Aumento de LH

En condiciones normales después de la regla la hipófisis femenina comienza a segregar FSH (hormona folículoestimulante) que favorece la producción de estrógenos en el ovario, necesarios para la regeneración del endometrio uterino que se ha eliminado con la menstruación.

A mitad de ciclo sucede la ovulación gracias a una descarga en pico de LH por parte de la hipófisis, y con ella aparece el cuerpo lúteo en el ovario, que segrega progesterona y prepara el endometrio para recibir el posible óvulo fecundado.

En una mujer con SOP este mecanismo no funciona bien, los ciclos de FSH y LH se alteran haciendo que la LH se eleve de forma exagerada y continua. Por esto, no existe un pico puntual de LH que provoque la ovulación a su debido tiempo.

Aumento de andrógenos (hormonas sexuales masculinas)

El aumento de la LH estimula la producción de andrógenos en una zona específica del ovario llamada “teca”.

Muchos de los andrógenos pasan de la teca a la granulosa, otra zona del ovario donde se producen estrógenos a partir de los andrógenos y, como hay mucha cantidad, es normal que también los niveles de estrógenos estén más altos de lo habitual.

También se origina un aumento de la producción de andrógenos en las cápsulas suprarrenales.

Alteraciones hepáticas

El hígado tiene multitud de funciones, y una de ellas es la síntesis de proteínas transportadoras de andrógenos. Cuando los andrógenos están ligados a estas proteínas pueden diluirse fácilmente en la sangre, pero no pueden realizar sus funciones hormonales.

Al disminuir la síntesis de la proteína transportadora los andrógenos libres estarán aumentados en la sangre y podrán ejecutar sus acciones.

Resistencia a la insulina

Es una alteración que se ha descubierto en los últimos años y que tiene mucha importancia, ya que explica muchas de las alteraciones del SOP y puede ser una posible vía de tratamiento.

El sobrepeso y la obesidad provocan que la insulina segregada por el organismo no sea suficiente para bajar los niveles de glucosa tras una comida, por ello se segrega más insulina de forma reactiva.

Estos niveles anormalmente elevados de insulina tienen su repercusión en otros órganos como es el caso del ovario, donde la insulina aumenta la transformación de los andrógenos en estrógenos en la granulosa. Del mismo modo, se han formulado hipótesis sobre las alteraciones que provoca en la hipófisis haciendo que se produzca más LH.

Síntomas del síndrome de ovario poliquístico

Los síntomas que hacen sospechar de la presencia de ovario poliquístico son:

  • Esterilidad (75%): es el síntoma más frecuente aunque no siempre está presente. Se debe al incremento de los niveles de LH que impiden que se produzca la ovulación en su momento.
  • Amenorrea: ausencia de menstruación porque, al no suceder la ovulación, el aumento de estrógenos es imparable y el endometrio continúa creciendo sin parar.
  • Oligoamenorrea: se trata de reglas poco frecuentes pero muy abundantes cuando llegan. Sucede por la misma razón que las amenorrea, solo que de repente se produce una ovulación esporádica, que corta la producción de estrógenos, y la capa de endometrio muy engrosado se desprende.
  • Diabetes mellitus tipo 2: o diabetes por resistencia a la insulina; no se sabe si es causa, como hemos descrito anteriormente, o consecuencia del SOP.
  • Hirsutismo: se denomina hirsutismo a la aparición de pelo en las mujeres en zonas propias de los hombres. Las zonas más frecuentes son cara, pecho, abdomen y, a veces, hombros y espalda. Es una consecuencia directa de los niveles elevados de andrógenos (del tipo de la testosterona) que se dan en el SOP.
  • Alopecia: los andrógenos provocan del mismo modo caída del pelo del cuero cabelludo. Al llegar la testosterona al folículo piloso una enzima -la 5-alfa-reductasa- la activa y puede hacer madurar al cabello antes de lo establecido.
  • Acné: otra consecuencia de los niveles demasiado elevados de testosterona. Los poros de la piel se taponan y se produce en su interior una reacción inflamatoria formando granos llenos de pus.
  • Obesidad: el SOP y la obesidad, causa y consecuencia el uno del otro en un círculo vicioso.
  • Enfermedad cardiovascular por dislipemia: los niveles de colesterol y triglicéridos están aumentados en el SOP. No se conoce el mecanismo exacto de cómo sucede esto, pero se sospecha que las vías hormonales se activan del mismo modo que sucede en los pacientes diabéticos, donde también se altera el perfil lipídico.
  • Aumento del cáncer de endometrio: es lógico pensar que si los niveles de estrógenos están demasiado elevados, y el endometrio a consecuencia de ello no para de crecer sin control en cada ciclo, el riesgo de que sus células muten y se desarrolle un cáncer es más alto que en la población sana. También hay teorías que indican que este mismo mecanismo podría aumentar el riesgo de cáncer de mama, pero hasta hoy no se ha demostrado.

sindrome ovario poliquistico

Diagnóstico del síndrome del ovario poliquístico

Los síntomas descritos en el apartado anterior pueden ser causa de Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), pero solo sirven para sospecharlo.

Para poder diagnosticar un síndrome de ovario poliquístico se deben cumplir al menos dos de los siguientes puntos:

  • Oligo o amenorrea: la mujer debe contar que hay ciclos en los que no le viene la regla o que se retrasa demasiado, y que cuando sí la tiene es abundante.
  • Hiperandrogenismo clínico o bioquímico: en la exploración física el médico podrá observar signos de exceso de andrógenos como son el hirsutismo o el acné. También se deberá realizar una analítica sanguínea para ver los niveles de testosterona a todas las mujeres en las que se sospeche un SOP pero no tengan signos visibles. Un detalle a recalcar es que todas las mujeres tienen testosterona de forma natural, sólo que en el SOP estos niveles son exageradamente altos.
  • Aspecto ecográfico de SOP en los ovarios: podemos visualizar los ovarios con la ecografía gracias a los ecógrafos transvaginales. En el SOP los ovarios están agrandados y tienen diez o más quistes de tamaño inferior a 10 mm debajo de la corteza. Su interior es oscuro porque están rellenos de líquido, y pueden estar presentes en uno o en los dos ovarios. Si pudiésemos observar los ovarios directamente, los veríamos blanquecinos (como el nácar) y con la superficie bastante lisa, ya que tendrían pocas cicatrices causadas por ovulaciones. Hay que señalar que cualquier mujer puede tener quistes en el ovario sin que ello tenga ninguna importancia, solo si cumple uno de los otros dos criterios podríamos hablar de SOP.

Otros estudios que se pueden realizar a la mujer con Síndrome de Ovario Poliquístico son estudios hormonales avanzados, que no se suelen realizar, ya que no son útiles en la práctica clínica diaria y se reservan para la investigación o casos más complejos.

Algunos de estos estudios son la determinación de LH y FSH, en la que vemos una relación LH/FSH mayor a 2,5. También se puede determinar la elevación de andrógenos (criterio diagnóstico antes señalado), de estrógenos, y la ausencia de progesterona en la segunda parte del ciclo (que es cuando la debería segregar el cuerpo lúteo).

Hay estudios complementarios muy sencillos que sí es obligatorio realizar a una mujer con SOP. Estos son la detección de hipertensión, diabetes mellitus tipo 2 y dislipemia, el llamado síndrome X que condiciona un alto riesgo de enfermedad cardiovascular. Cada alteración debería ser tratada, al menos hasta que el SOP esté controlado.

Tratamiento y prevención del síndrome de ovario poliquístico

Hay varias formas de tratar el síndrome de ovario poliquístico (SOP) de forma directa o paliar sus síntomas:

En primer lugar, lo más eficaz son las medidas higiénicas, como perder peso. Es de sobra conocida la relación entre obesidad y SOP, y cómo esta relación termina por convertirse en un círculo vicioso que hay que cortar.

Para ello se anima a las pacientes a realizar ejercicio diario (caminar al menos 30 minutos todos los días a ritmo moderado), y seguir una dieta no muy estricta pero que favorezca la pérdida de calorías. Con ello el ciclo menstrual se puede regular.

Entrando en el territorio de los fármacos, el primero en prescribirse es la metformina: un antidiabético oral del tipo de las biguanidas.

Favorece la captación de azúcar por los órganos corporales, eliminando así la resistencia a la insulina que es uno de los pilares de las causas del síndrome del ovario poliquístico.

Para tratar las consecuencias del hiperandrogenismo (hirsutismo y acné) se recomienda la toma de anticonceptivos orales que regulan la producción hormonal.

Si no es suficiente, se añaden medicamentos directamente antiandrogénicos que interrumpan la secreción de andrógenos en el ovario (por ejemplo, el acetato de ciproterona).

Por último, uno de los problemas más graves del SOP para las mujeres en edad fértil es la esterilidad.

Para corregirla se intenta en primer lugar la inducción de la ovulación con clomifeno, que aumenta los niveles de FSH y regula así la producción de LH. Si falla, se puede utilizar directamente FSH como medicamento y, si también falla, queda la cirugía, con la que se destruye una parte del ovario para así eliminar la producción exagerada de hormonas sexuales que perpetúan la enfermedad.

Prevención del síndrome de ovario poliquístico

La prevención del síndrome de ovario poliquístico consiste en eliminar los factores de riesgo que se puedan modificar. De todos ellos el más importante es la obesidad, que hoy en día es una verdadera epidemia en los países desarrollados y empieza a serlo en los países en vías de desarrollo.

En los últimos años se ha visto un incremento en el número de casos de SOP, especialmente entre las mujeres jóvenes y adolescentes.

Este incremento es consecuencia directa de los cambios en los hábitos de la sociedad como la alimentación rica en grasas y productos azucarados (sobre todo refrescos), y una vida cada vez más sedentaria.

Las campañas orientadas a que la población adopte hábitos saludables para la prevención de la diabetes, hipertensión, etcétera son también útiles para la prevención del síndrome de ovario poliquístico, y solucionarán un gran porcentaje de los casos de esterilidad femenina que se dan hoy en día.

Escrito por David Saceda Corralo, Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

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