Multimasking. La tendencia en mascarillas faciales.

por | 25 noviembre, 2018

MultiMasking

Multimasking. La tendencia en mascarillas faciales.

Zonas del rostro secas, grasas, puntos negros, acné, brillos, tez apagada, etc. Cada rostro es un mundo y cada zona requiere un cuidado específico. ¡Pues estás de enhorabuena! Ha llegado el momento de introducir el multimasking en tu rutina de belleza. ¿Has oído hablar de esta tendencia pero no tienes claro cómo aplicarla? ¿Todavía no conoces los beneficios que te puede aportar? ¿Quieres estar a la última en tratamientos de belleza y no sabes por dónde empezar? A continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta tendencia que está arrasando en las redes.

Apúntate al multimasking

Qué es el multimasking

Podríamos definir el multimasking como el equivalente del contouring en cuidado facial. En otras palabras, es una técnica que consiste en combinar mascarillas aplicándolas en las distintas zonas del rostro para conseguir el resultado ideal.

Lo mejor del multimasking es que permite realizar un cuidado más focalizado en cada zona con menos tiempo.
Cómo empezar el multimasking

En primer lugar, antes de empezar a aplicar las mascarillas, debes identificar las necesidades de tu piel porque cada zona de tu rostro tendrá unos requerimientos para que el efecto de la mascarilla sea total.

Zonas grasas

En las zonas más grasas o de tendencia acneica del rostro, es aconsejable aplicar una mascarilla purificante que regule el exceso de grasa.

Según los expertos, las más efectivas son las elaboradas a base de avena y limón o con extracto de carbón para limpiar los poros en profundidad.

  • Zonas a tratar: la zona T (mentón, nariz y frente) suele ser la más grasa del rostro.
  • Tiempo: para que la mascarilla haga su trabajo y absorba el exceso de grasa de los poros, déjala actuar durante unos 20 minutos, hasta que se seque y parezca mate. De este modo, eliminará la piel muerta y otras impurezas. Retírala con una toallita mojada en agua tibia.
  • Frecuencia: puedes aplicar la mascarilla entre 2 y 3 veces a la semana. Si, en alguna época como el verano, tu piel está más grasa de lo habitual, puedes aplicarla con más asiduidad.

Zonas secas

En las zonas más secas del rostro, el objetivo es hidratar y suavizar la piel. Por ello, lo ideal es aplicar una mascarilla rica en ingredientes muy nutritivos a base de aceites esenciales o con frutas ricas en agua y aceites como el aguacate.

  • Zonas a tratar: los pómulos y las mejillas suelen ser las zonas del rostro más propensas a la deshidratación.
  • Tiempo: deja que la mascarilla actúe durante al menos 10 minutos y, transcurrido este tiempo, retírala con una toalla mojada en agua tibia.
  • Frecuencia: lo ideal es utilizar la mascarilla 2 o 3 veces a la semana pero, si tu piel es especialmente seca, puedes aplicarla más a menudo sin problema.

Zona del contorno de los ojos

Esta zona es la que mayor elasticidad suele perder con el paso del tiempo, dando paso a las temidas arrugas de expresión prematuras. Para combatir estos signos, es muy importante aplicar una mascarilla específica para esta zona. Si, en el momento en el que vas a aplicarte la mascarilla, tienes bolsas o el contorno de los ojos está muy hinchado, puedes preparar la piel descongestionándola con la ayuda de unas bolsitas de té.

  • Zonas a tratar: toda la piel de debajo de los ojos, el hueso de la ceja y la parte externa de los ojos, donde aparecen las patas de gallo.
  • Tiempo: es importante aplicar una mascarilla nutritiva durante no más de 15 minutos, ya que es una zona muy sensible y frágil.
  • Frecuencia: dado que estas mascarillas tienen un efecto calmante y refrescante, puedes aplicarla a diario sin problema.

Escrito por: Laura Martínez Linde

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